Gala Goya 2019
La igualdad, otra vez asignatura pendiente en los Premios Goya
En esta 33 edición que se celebrará el 2 de febrero
en Sevilla no parece que haya habido grandes cambios: un 73,5 % de los
nominados son hombres frente al 26,5 % de mujeres.
Magdalena Tsanis (EFE)
Hace un año la gala de los Goya se llenó de abanicos rojos para exigir una mayor presencia femenina en el cine español,
pero de cara a esta 33 edición que se celebrará el 2 de febrero en
Sevilla no parece que haya habido grandes cambios: un 73,5 % de los
nominados son hombres frente al 26,5 % de mujeres. De un total de 121
finalistas -se incluyen todas las categorías del cine español, excepto
las de interpretación que se definen por el género- 89 son hombres y 32 mujeres, según el recuento.
Este año no hay ninguna nominada al Goya a mejor dirección. Tampoco en música, dirección de fotografía y animación,
mientras que en montaje, sonido y efectos especiales su aparición es
marginal y solo en diseño de vestuario -categoría tradicionalmente
femenina- acaparan la totalidad de las candidaturas.
Los brotes verdes asoman en cambio en el apartado de
mejor dirección novel, donde tres de las cuatro nominaciones
corresponden a mujeres. Se trata de la bilbaína Arantxa Echevarría, por "Carmen y Lola" -que también compite por el Goya a mejor película-, la navarra Ana Jaurrieta, nominada por "Ana de día", y la sevillana Celia Rico, por "Viaje al cuarto de una madre". La cuarta candidatura es para los hermanos Esteban Alenda por la película "Sin fin".
"Es un dato para celebrar, pero también para
preguntarnos por qué no ha ocurrido antes; talento femenino hay, pero no
se ha confiado en nosotras", señala Rico, que ha debutado con un
delicado relato sobre las relaciones madre e hija, protagonizado por
Lola Dueñas y Anna Castillo, ambas nominadas también por su trabajo.
"Es un dato para celebrar, pero
también para preguntarnos por qué no ha ocurrido antes; talento femenino
hay, pero no se ha confiado en nosotras", señala Rico
Aunque es una película modesta en cuanto a producción y que pone el ojo en lo cotidiano, Rico (Sevilla, 1982) retrata en toda su complejidad, con ternura y naturalidad, las tensiones que existen en esas relaciones madre-hija. "Está hecha con mucho amor y quiero pensar que eso le ha llegado a la gente", señala la directora.
Jaurrieta (Pamplona, 1986) tomó como punto de partida
para "Ana de día", une reflexión sobre la identidad, la presión que
sienten muchas mujeres de su generación en cuanto a los roles a
desempeñar en la vida. De ahí surgió esta historia sobre una joven
(Ingrid García Jonsson) que un buen día descubre que tiene una
doble."Conseguir hacer esta película ha sido un proceso tan largo y de
tanto esfuerzo que no me doy cuenta de cómo he llegado hasta aquí", dice
Jaurrieta. "Las escuelas están llenas de chicas", subraya, pero las
cosas de palacio van despacio: "poco a poco funcionará mejor y tendremos
más espacio".
Jaurrieta y Rico forman parte de una nueva generación
de cineastas a la que también pertenecen Carla Simón, ganadora del Goya
a mejor dirección novel del año pasado, Elena Trapé, Elena Martín, Neus
Ballús y Meritxell Collell.
El caso de Echevarría es más llamativo. La primera mujer española en competir en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes ha debutado casi a los 50 años y lo ha hecho con una atrevida historia de amor entre
dos adolescentes gitanas. "Empecé a trabajar en cine a los 18 y tengo
50, no es un dato baladí", dice la cineasta bilbaína. En su opinión, la
reforma de la ley de ayudas al cine para favorecer la presencia femenina
en categorías como dirección, guion o fotografía, está siendo de gran
ayuda. "Nos han empezado a buscar, vivan las leyes que promueven la
paridad", exclama tras recordar el papel jugado por pioneras como
Josefina Molina o Pilar Miró.
Entre esas otras categorías que tradicionalmente han sido terreno casi exclusivo de hombres, asoman nombres como el de Laura Pedro (Barcelona, 1989), única mujer nominada este año al Goya a los mejores efectos especiales.
Desde la empresa El Ranchito ha supervisado los efectos de
"Superlópez", junto a Lluis Rivera."Somos pocas mujeres a nivel de
supervisión, pero dentro de mi equipo hay muchas mujeres", sostiene esta
especialista licenciada en la Escac, cuya carrera pegó un giro el día
en que le llamaron para trabajar en "Un monstruo viene a verme" de J.A.
Bayona.
Dice que si gana el Goya se lo dedicará a su jefe,
Félix Bergés, que con once premios Goya a sus espaldas, compite también
este año en su misma categoría con la película "La sombra la ley". Eso
sí, Laura Pedro confiesa que le da un poco de "respeto" la idea de ganar
a su jefe.
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