UN TECHO DE CRISTAL A MEDIDA
DE LOS HOMBRES
Desde que el mundo es mundo, el poder político ha estado fundamentalmente en manos de hombres. Aquellas mujeres - pocas - que han conseguido transpasar ese invisible techo de cristal para hacerse con jefaturas de Estado o despachos presidenciales en grandes corporaciones han tenido que someterse a las reglas del juego, dictadas por y para hombres. Y como decía la líder israelí, Golda Meir, para tener éxito, a las mujeres se les exige ser mucho mejores que a los hombres.
Mucho se ha conseguido desde que se concediera el sufragio universal - restringido, eso sí - a las mujeres. Fue en Australia en 1861. Tras 146 años, hoy en día hay nueve mujeres jefas de Estado; son las reinas de Dinamarca, Gran Bretaña y Paises Bajos; las presidentas de Chile, Filipinas, Finlandia, Irlanda, Letonia y Liberia. Otras cinco son jefas de los Gobiernos de Alemania, Corea del Sur, Jamaica, Mozambique y Nueva Zelanda. 14 en total.
Si tenemos en cuenta que la ONU reconoce a 192 países, el porcentaje de mujeres gobernantas en el mundo es del 7%. Un número ridículo si consideramos que las mujeres representan aproximadamente la mitad de la población mundial.
Margaret Tacher lo tenía claro: "Las mujeres son mejores gestoras que los hombres porque son las gerentes de sus casas. Están acostumbradas a tomar decisiones y a no pasar la pelota". Palabra de Dama de Hierro.
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