
- Talleres de Reparación de Vehículos. Decisiones como la compra de nuevos vehículos se retrasa a la espera de unas mejores perspectivas económicas, por lo tanto cobra mayor importancia un correcto mantenimiento de nuestro coche.
- Servicios de Reparación de Electrodomésticos. Siempre resultará más económico llamar a un técnico/a de reparación que adquirir una nueva lavadora.
- Rehabilitación y reformas de vivienda. Bajen o no bajen los pisos, siempre será preferible hacer unas pequeñas reformas en nuestro hogar, que meternos en una nueva hipoteca.
- Reparación de Calzado. Un buen cuidado de nuestro calzado nos permitirá prolongar su uso.
- Arreglos de ropa. ¿Por qué tirar una prenda si se puede arregalr?.
Ahora bien, siempre se pueden tomar estas ideas y darles un nuevo enfoque, intentando innovar en la medida de lo posible, para mejorar el servicio y la percepción que se tien del mismo por parte de la clientela, dirigirlo hacia otros sectores menos explotados, etc.
Está más que comprobado que en tiempos de crisis y pérdida de confianza por parte de las y los consumidores, se acostumbra a mirar mucho más el dinero que destinamos a la adquisición de bienes y servicios, por lo que se descartan adquisiciones que conlleven un gasto extraordinario, y que no obedecen a una necesidad real e imperiosa.
Por lo tanto es buen momento para volver a estos negocios "clásicos", pues aunque el marco económico no resulte el más favorable, siempre tendrán una buena acogida por parte de todas aquellas personas preocupadas por el destino que dan a su dinero.
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