
Debido a la nterpretación sexista de los roles de hombres y mujeres, que sitúa a unas y a otros en compartimentos diferentes y que los hace desiguales en sus derechos y desiguales en sus obligaciones, han ido surgiendo, en distintos momentos históricos, los movimientos feministas y masculinistas. Ambos tratan de igualar a ambos géneros.
El movimiento feminista pretende conquistar los derechos y obligaciones de la esfera pública y económica que se han atribuido a los hombres (los derechos de propiedad, igualdad en el acceso a bienes y servicios, el acceso a la educación y el empleo)
Por otra parte, el movimiento masculinista trata de conquistar los derechos y obligaciones de la esfera privada y doméstica, que se han asignado tradicionalmente a las mujeres. Así, promueve los derechos de “permiso de maternidad” para los hombres, el acceso igualitario a los hijos, la defensa de las víctimas masculinas de la violencia doméstica, etc.
El masculinismo lucha por los derechos de los hombres igualitarios, lo cual, como mujeres igualitarias que somos, nos parece totalmente justo.
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