
Extracto de la entrevista realizada a Marta Lamas en al revista CIMAC (periodismos con perspectiva de género).
“Hay muchos feminismos, hay distintos grupos. Yo pertenezco a una tendencia que ha insistido mucho en la necesidad de institucionalizarse, de entrar en la real politik, de trabajar con hombres. Muchas feministas nos ven como unas pervertidas, como que hubiéramos perdido esa espontaneidad y esa cuestión de hacer las cosas entre mujeres. Hay grupos muy sectarios, muy intransigentes, para mí muy atrasados. Hay feministas y grupos que han logrado hacer intervenciones muy interesantes en sus sociedades, con políticas públicas y presencia en el gobierno. Para mí, con ser feminista no basta: hay que ser feminista y tener además otro tipo de definición para poder realmente transformar e incidir. El feminismo es como un primer momento de entender y descubrir que la diferencia sexual se traduce en desigualdad social, pero es algo que necesita aparte de ese nombre, distintos apellidos. Puedes encontrar feministas más conservadoras, más progresistas, más de izquierda, más de derecha. Hay un feminismo más cultural, cuya apuesta es transformar lo simbólico, que me parece muy necesario, pero también un feminismo político… Cada una en su lugar: necesitamos mujeres en la calle, gritando, con pancartas, que estén presionando, pero también necesitamos juezas, funcionarias, académicas que estén investigando”.
Marta Lamas es etnóloga de la ENAH y maestra en antropología de la UNAM (Universidad de Méjico), directora de la revista Debate feminista, profesora del Departamento de Ciencia Política del ITAM, integrante del Consejo Directivo de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, de Sociedad Mexicana Pro-Derechos de la Mujer y colaboradora en la revista Proceso.
“Hay muchos feminismos, hay distintos grupos. Yo pertenezco a una tendencia que ha insistido mucho en la necesidad de institucionalizarse, de entrar en la real politik, de trabajar con hombres. Muchas feministas nos ven como unas pervertidas, como que hubiéramos perdido esa espontaneidad y esa cuestión de hacer las cosas entre mujeres. Hay grupos muy sectarios, muy intransigentes, para mí muy atrasados. Hay feministas y grupos que han logrado hacer intervenciones muy interesantes en sus sociedades, con políticas públicas y presencia en el gobierno. Para mí, con ser feminista no basta: hay que ser feminista y tener además otro tipo de definición para poder realmente transformar e incidir. El feminismo es como un primer momento de entender y descubrir que la diferencia sexual se traduce en desigualdad social, pero es algo que necesita aparte de ese nombre, distintos apellidos. Puedes encontrar feministas más conservadoras, más progresistas, más de izquierda, más de derecha. Hay un feminismo más cultural, cuya apuesta es transformar lo simbólico, que me parece muy necesario, pero también un feminismo político… Cada una en su lugar: necesitamos mujeres en la calle, gritando, con pancartas, que estén presionando, pero también necesitamos juezas, funcionarias, académicas que estén investigando”.
Marta Lamas es etnóloga de la ENAH y maestra en antropología de la UNAM (Universidad de Méjico), directora de la revista Debate feminista, profesora del Departamento de Ciencia Política del ITAM, integrante del Consejo Directivo de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, de Sociedad Mexicana Pro-Derechos de la Mujer y colaboradora en la revista Proceso.
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