CAMPAÑA: "NO HAY EXCUSAS"

Impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la campaña “No Hay Excusas” resalta el círculo de la violencia que sufren las mujeres
Es la antesala para ser víctimas de cualquier forma de explotación sexual comercial.
La violencia intrafamiliar, que mayoritariamente padecen las niñas y las mujeres, así como los abusos cometidos en otros ambientes, escuelas, iglesias y vecindarios, son un detonante que las hace más vulnerables a la explotación sexual, señala la información.
“No hay excusas” incluye 11 spots de radio y de televisión con mensajes dirigidos a los abusadores; también aborda, entre otros temas, las causas de la violencia contra la mujer, el abuso verbal y el físico.
La iniciativa, que fue traducida a 43 idiomas, pretende incentivar a los Estados a garantizar el derecho a la protección de la niñez y de la adolescencia de cualquier expresión de explotación sexual y reconocer que el turismo es un ámbito donde se cometen ese tipo de delitos recurrentemente.
El Internet y las redes sociales permiten a los clientes y explotadores mediar más fácilmente entre los proxenetas y las niñas; la desinformación, el escaso conocimiento y la falta de sensibilidad social, hace que el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran las adolescentes sea ignorado, señala la información.
La campaña fue implementada desde el 2008 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), pero en la actualidad busca colocar en la agenda pública el círculo de la violencia de género que padecen las niñas y las adolescentes previo a ser víctimas de la explotación sexual.
Según estimaciones de la Fundación Sobrevivientes, hasta septiembre de 2010 las autoridades habían registrado aproximadamente 8 mil denuncias sobre agresiones sexuales, violencia sexual y violación contra las niñas, las adolescentes y las mujeres, pero el sistema de justicia sólo ha dictado 124 sentencias.
Las violaciones y las agresiones sexuales contra las mujeres, constituyen la forma de violencia más silenciada en Guatemala; pocas veces se reivindica el derecho a la atención médica y no hay interés por atender la salud mental de las afectadas, aspecto elemental para superar los traumas y continuar en la lucha por alcanzar los medios de vida esenciales.
Otras expresiones de la violencia sexual son la esclavitud sexual, los abusos deshonestos, la explotación sexual comercial, el incesto, la violación marital, la exposición forzada a la pornografía, el acoso sexual, la mutilación femenina, el tráfico con fines de prostitución forzada, la violación sexual en contextos de guerra, el matrimonio obligado y las pruebas de virginidad.
Fuente: AmecoPress
Es la antesala para ser víctimas de cualquier forma de explotación sexual comercial.
La violencia intrafamiliar, que mayoritariamente padecen las niñas y las mujeres, así como los abusos cometidos en otros ambientes, escuelas, iglesias y vecindarios, son un detonante que las hace más vulnerables a la explotación sexual, señala la información.
“No hay excusas” incluye 11 spots de radio y de televisión con mensajes dirigidos a los abusadores; también aborda, entre otros temas, las causas de la violencia contra la mujer, el abuso verbal y el físico.
La iniciativa, que fue traducida a 43 idiomas, pretende incentivar a los Estados a garantizar el derecho a la protección de la niñez y de la adolescencia de cualquier expresión de explotación sexual y reconocer que el turismo es un ámbito donde se cometen ese tipo de delitos recurrentemente.
El Internet y las redes sociales permiten a los clientes y explotadores mediar más fácilmente entre los proxenetas y las niñas; la desinformación, el escaso conocimiento y la falta de sensibilidad social, hace que el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran las adolescentes sea ignorado, señala la información.
La campaña fue implementada desde el 2008 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), pero en la actualidad busca colocar en la agenda pública el círculo de la violencia de género que padecen las niñas y las adolescentes previo a ser víctimas de la explotación sexual.
Según estimaciones de la Fundación Sobrevivientes, hasta septiembre de 2010 las autoridades habían registrado aproximadamente 8 mil denuncias sobre agresiones sexuales, violencia sexual y violación contra las niñas, las adolescentes y las mujeres, pero el sistema de justicia sólo ha dictado 124 sentencias.
Las violaciones y las agresiones sexuales contra las mujeres, constituyen la forma de violencia más silenciada en Guatemala; pocas veces se reivindica el derecho a la atención médica y no hay interés por atender la salud mental de las afectadas, aspecto elemental para superar los traumas y continuar en la lucha por alcanzar los medios de vida esenciales.
Otras expresiones de la violencia sexual son la esclavitud sexual, los abusos deshonestos, la explotación sexual comercial, el incesto, la violación marital, la exposición forzada a la pornografía, el acoso sexual, la mutilación femenina, el tráfico con fines de prostitución forzada, la violación sexual en contextos de guerra, el matrimonio obligado y las pruebas de virginidad.
Fuente: AmecoPress
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