Emma Goldman,
la mujer contra la injusticia social
De "enemiga de Estados Unidos" a pionera de la libertad y la diversidad.
Perseguida, difamada, odiada y temida por quienes no querían oír hablar de igualdad de derechos humanos, Emma Goldman empezó a ser reconocida muy recientemente como una de las mujeres más importantes para la libertad e igualdad de derechos de las mujeres.
Le tocó vivir en una época puritana y misógina, donde las mujeres eran solo una propiedad del hombre, unos seres considerados sin ideas propias ni derechos propios, que existían en una sociedad patriarcal y paternalista. Pionera entre las mujeres que alzaron la voz ante ese sistema social, Emma Goldman padeció en sus carnes y durante toda su vida el haberse atrevido a defender los derechos de las mujeres, los desfavorecidos y los homosexuales.
La película de 1981 Rojos (Reds),producida, dirigida y protagonizada por Warren Beatty, retrató entre sus protagonistas a Emma Goldman, a quién interpretó la actriz Mauren Stapleton. Pero la vida de la verdadera activista libertaria fue mucho más compleja y dura.
Del gueto a América
Emma Goldman nació en 1869, en una familia judío-ortodoxa de la localidad de Kaunas, en Lituania. Perteneciente en la época al Imperio Ruso, Lituania sufrió la represión política tras el asesinato del zar Alejandro II y Kaunas se convirtió en uno de los guetos para judíos del territorio ruso. La familia Goldman se trasladó a San Petersburgo, huyendo de las penurias del gueto, cuando Emma contaba once años de edad.
A los 15 años, Emma se enfrentó a su padre por no querer contraer el matrimonio concertado por su familia. Para escapar del irrespirable ambiente familiar, emigró a Estados Unidos con su hermanastra.
Trabajó en una fábrica, donde se dio cuenta de la explotación laboral a la que eran sometidos los obreros estadounidenses, y ahí empezó su concienciación de los problemas sociales. La muerte en Chicago de cuatro anarquistas, condenados a la horca por motivos ideológicos, convenció a la joven Emma de la necesidad de luchar por los derechos de la clase obrera.
Se casó con un emigrante ruso, para conseguir la nacionalidad estadounidense, pero la unión duró menos de un año, aunque no existió divorcio. Emma se marchó a Nueva York, donde conoció a célebres activistas anarquistas, como Alexander Berkman, a quien apoyó en la época en que fue acusado de intentar asesinar al influyente empresario Henry Clay Frick, famoso por su dureza en el trato con sus empleados. Berkman fue encarcelado por ese delito, y Emma entró de esa forma en la lista negra de las autoridades, como “peligrosa revolucionaria”.
PUBLICADO POR LOLA GONZÁLEZ
TÉCNICA DE EMPLEO Y EMPRESAS.
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