MUJERES QUE MERECEN UNA CALLE CON SU NOMBRE
Los/as lectores/as de 'LaVanguardia.com' reclaman a los ayuntamientos que incluyan a estas mujeres en el nomenclátor
Las hay, son muchas y de muy diversa condición. Nos referimos a las mujeres que merecen el honor de tener una calle a su nombre. La invitación que LaVanguardia.com hizo a sus lectores y lectoras para que propusieran a aquellas mujeres que creían que debían tener un espacio público en las ciudades obtuvo una respuesta rápida y muy rica en la que han participado también hombres (dos quintas partes). La muestra evidencia que no es que haya menos mujeres "importantes" que hombres -estos han ocupado y copado el espacio público hasta controlarlo casi todo-, sino que quizás seguimos mirando sesgadamente.
Artemisia Gentileschi: Gran pintora del barroco
Alicia Rodríguez pide una calle en Madrid para esta excelente pintora italiana (1593-1654) del barroco, inspirada por el arte de Caravaggio, y mujer que une a su virtud con el pincel un brutal drama personal: fue violada en 1612 por Agostino Tassi, el pintor que le buscó su padre Orazio Gentileschi. El tribunal papal vio el caso y le aplicó métodos inquisitoriales de tortura y humillación para comprobar la veracidad de su acusación. El crudo lienzo Judit decapitando a Holofernes se interpreta como expresión del trauma emocional que vivió. Se la considera autora de un caravaggismo "violento" por el contraste en el claroscuro. Aquí aparece en un Autoretrato como mártir.
Ada Lovelace: Creó la programación informática
La británica Augusta Ada Byron (1815 -1852), hija ilegítima de lord Byron, fue escritora en una época nada fácil para las mujeres, pero sobre todo, se la reconoce por su trabajo sobre la "máquina analítica" -nunca construida- del matemático Charles Babbage. Ella sugirió el uso de tarjetas perforadas para introducir información y creó lo que hoy se conoce como lenguaje de programación. Nunca lo firmó para que no fuera censurado por el hecho de ser mujer. La lectora Judit Lafarga propone una calle para ella en el campus Nord de la UPC, en Barcelona.
Elisabeth Eidenbenz: Un alma salvadora
Andreu BN defiende una calle para esta maestra suiza (1913-2011) que fue el alma de la Maternidad de Elna, un palacete abandonado reconvertido en centro de atención para que las mujeres exiliadas de la guerra civil española parieran en condiciones y no en los infectos campos franceses de las playas del Rosellón. En la Segunda Guerra Mundial, el centro, tutelado por la Cruz Roja, atendió a refugiadas embarazadas que huían del conflicto incluidas mujeres judías, pese al hostigamiento de la Gestapo. Su tozuda labor salvó la vida a unos 600 bebés.
Emmy Noether: Una brillante matemática
La petición de Carles Sáez es para la suiza matemática Emmy Noether (1882-1935), nacida en el seno de una familia judía, cuyas aportaciones destacan en la física teórica y el álgebra abstracta. No recibió honores, ni reconocimiento durante años en la universidad y vivió con salarios muy bajos por ser mujer. Intercedieron por ella Albert Einstein y David Hilbert, que la consideraron la mujer más importante de la historia de las matemáticas. El término noetheriano se aplica ahora a muchos conceptos en álgebra.
Hedy Lamarr: Actriz y precursora del GPS
Judit Lafarga reclama una calle para esta "inventora que hizo posible tiempo después el GPS, wi-fi y bluetooh, también actriz (y no a la inversa)". Nacida en Viena, Hedy Lamarr (1914-2000) fue la primera mujer en desnudarse en el cine (Éxtasis, 1937). Superdotada, sus estudios de ingeniería sobre la conmutación de frecuencias están en el inicio de las comunicaciones que ahora disfrutamos y del lanzamiento de misiles a distancia. Huyó de su primer marido, que la tenía enclaustrada y que colaboraba con Hitler, y se fugó a EE.UU., país al que ofreció sus conocimientos. Cecil B. De Mille la recuperó para el cine; fue considerada "la mujer más bella del mundo".
Eudoxia Píriz Diego: Primera licenciada en Medicina en Andalucía
La lectora Raquel Jiménez Manzano reclama un espacio público para esta pionera de la Medicina en Andalucía. Nacida en Salamanca, Píriz (1893-1980) no lo tuvo fácil. En el estudio que han hecho de ella Margarita García Barranco y Enriqueta Barranco Castillo, recuerdan que obtuvo notas brillantes, sobre todo en obstetricia y ginecología, especialidades a las que se dedicó. Pero también relatan que en 1916 le suspendieron todo el curso por el conflicto que mantuvo con un catedrático y que para las autoras del estudio demuestra que "sufrió discriminación por razón de sexo".
María Luz Morales: Primera directora de diario
En Barcelona ya tiene su placa, pero Alicia Rodríguez la reclama para Madrid. María Luz Morales (1898-1980) fue la primera directora de diarios de España, concretamente de La Vanguardia, al ser nombrada por un comité obrero que se incautó del rotativo durante la Guerra Civil. Fue represaliada por el franquismo y volvió muy poco a poco a la profesión periodística y a su actividad literaria hasta ser reconocida su trayectoria poco antes de fallecer.
Mafalda: La sabiduría es femenina
La propone Josep Galbany para Valencia, "porque tras tantos años de corrupción del PP, necesitamos su oxígeno y libertad". En realidad, se podría reclamar para cualquier calle, porque aunque es un personaje argentino de ficción, creado por Quino entre 1964 y 1973, su mensaje es universal y devuelve una mirada dulce, atrevida, cáustica a veces, de la realidad. Además de que hace reflexionar e incluso sonrojar por vivir en un planeta inhóspito e injusto, donde campan a sus anchas las desigualdades y las guerras. Aire fresco para la inteligencia y el sentimiento.
Aynd Rand: Defensora del individualismo
Àlex Viladot pide una calle para esta escritora y filósofa que nació en la Rusia zarista (1905), que falleció en Nueva York (1982) y que defendió el individualismo con un radicalismo que, en algún momento, provoca cierta confusión errónea con ideas anarquistas. Partidaria del Estado en su mínima expresión y defensora del individuo, con todos sus derechos, y sin que otro individuo se los pueda conculcar por ningún motivo, plasmó esta forma de ver el mundo, sobre todo, en dos de sus obras: El manantial y La rebelión de Atlas. De la fuerza de su prosa y de la contundencia de su pensamiento, dan fe las páginas web con sus frases y aforismos. En teatro sorprendió porque hizo participar al público en la obra La noche del 16 de enero: debía votar si la protagonista era culpable o inocente de un delito.
Samia Yusuf Omar: Atleta y víctima de la pobreza
Ina Macina defiende una placa que la recuerde, "por su valor", y pide que sea en una plaza cerca de un complejo deportivo. Nacida en Somalia en 1991, saltó en la fama tras correr en Pequín 2008 los 200 metros. Quedó la última, pero su carrera fue una gesta para una mujer que con 17 años había hecho un gran esfuerzo para estar en el tartán y representar a un país roto por las guerras, pobre, sin instalaciones deportivas ni entrenamientos planificados y cuyas tradiciones cercenan los derechos de las mujeres. Su sueño de escapar de todo esto fue a parar al fondo de las aguas del Mediterráneo; pereció ahogada al intentar llegar a Lampedusa viajando en una patera en 2012.
Montserrat Busqué: Maestra y pedagoga musical
Cesc Prat defiende para la sabadellense Montserrat Busqué i Barceló (1943-2008) un espacio en la ciudad por ser autora del Virolet de Sant Pere (1977), considerado el primer compendio de canciones populares catalanas publicado después del franquismo y dirigido a los profesores de música. Pianista, música y, sobre todo, pedagoga, publicó una extensa obra para introducir la enseñanza de la música en las escuelas.
Emilia Llorca, 'Emiliona': Activista vecinal
Xavi vota por Emilia Llorca i Martín, Emiliona (1948-2009), que fue presidenta de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta "y luchadora por el barrio y sus gentes". Sin espacio en Wikipedia (tampoco en Viquipèdia), sigue, sin embargo, viva la memoria de la Barceloneta.
Más candidatas
Las propuestas de los lectores no se acabaron aquí. Alicia Torra, por ejemplo, pedía una calle para la gran pianista Alicia de Larrocha; Zade, para la filósofa y matemática griega Hipatia; Valeria se acordó de Dolores Ibárruri, Pasionaria, para una calle en Madrid; Anna González Batlle defendía a Josefina Piquet, la Nena de les Dones del 36, que junto a otras compañeras transmitió los valores de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil; Amalia Navarrete, reclama la placa para Ana María Matute, y Cesc Prat para la sabadellense Mercè Sorribas, la locutora de radio más joven de España durante la República. En el callejero, no está todas las que son.
Artemisia Gentileschi: Gran pintora del barroco
Alicia Rodríguez pide una calle en Madrid para esta excelente pintora italiana (1593-1654) del barroco, inspirada por el arte de Caravaggio, y mujer que une a su virtud con el pincel un brutal drama personal: fue violada en 1612 por Agostino Tassi, el pintor que le buscó su padre Orazio Gentileschi. El tribunal papal vio el caso y le aplicó métodos inquisitoriales de tortura y humillación para comprobar la veracidad de su acusación. El crudo lienzo Judit decapitando a Holofernes se interpreta como expresión del trauma emocional que vivió. Se la considera autora de un caravaggismo "violento" por el contraste en el claroscuro. Aquí aparece en un Autoretrato como mártir.
Ada Lovelace: Creó la programación informática
La británica Augusta Ada Byron (1815 -1852), hija ilegítima de lord Byron, fue escritora en una época nada fácil para las mujeres, pero sobre todo, se la reconoce por su trabajo sobre la "máquina analítica" -nunca construida- del matemático Charles Babbage. Ella sugirió el uso de tarjetas perforadas para introducir información y creó lo que hoy se conoce como lenguaje de programación. Nunca lo firmó para que no fuera censurado por el hecho de ser mujer. La lectora Judit Lafarga propone una calle para ella en el campus Nord de la UPC, en Barcelona.
Elisabeth Eidenbenz: Un alma salvadora
Andreu BN defiende una calle para esta maestra suiza (1913-2011) que fue el alma de la Maternidad de Elna, un palacete abandonado reconvertido en centro de atención para que las mujeres exiliadas de la guerra civil española parieran en condiciones y no en los infectos campos franceses de las playas del Rosellón. En la Segunda Guerra Mundial, el centro, tutelado por la Cruz Roja, atendió a refugiadas embarazadas que huían del conflicto incluidas mujeres judías, pese al hostigamiento de la Gestapo. Su tozuda labor salvó la vida a unos 600 bebés.
Emmy Noether: Una brillante matemática
La petición de Carles Sáez es para la suiza matemática Emmy Noether (1882-1935), nacida en el seno de una familia judía, cuyas aportaciones destacan en la física teórica y el álgebra abstracta. No recibió honores, ni reconocimiento durante años en la universidad y vivió con salarios muy bajos por ser mujer. Intercedieron por ella Albert Einstein y David Hilbert, que la consideraron la mujer más importante de la historia de las matemáticas. El término noetheriano se aplica ahora a muchos conceptos en álgebra.
Hedy Lamarr: Actriz y precursora del GPS
Judit Lafarga reclama una calle para esta "inventora que hizo posible tiempo después el GPS, wi-fi y bluetooh, también actriz (y no a la inversa)". Nacida en Viena, Hedy Lamarr (1914-2000) fue la primera mujer en desnudarse en el cine (Éxtasis, 1937). Superdotada, sus estudios de ingeniería sobre la conmutación de frecuencias están en el inicio de las comunicaciones que ahora disfrutamos y del lanzamiento de misiles a distancia. Huyó de su primer marido, que la tenía enclaustrada y que colaboraba con Hitler, y se fugó a EE.UU., país al que ofreció sus conocimientos. Cecil B. De Mille la recuperó para el cine; fue considerada "la mujer más bella del mundo".
Eudoxia Píriz Diego: Primera licenciada en Medicina en Andalucía
La lectora Raquel Jiménez Manzano reclama un espacio público para esta pionera de la Medicina en Andalucía. Nacida en Salamanca, Píriz (1893-1980) no lo tuvo fácil. En el estudio que han hecho de ella Margarita García Barranco y Enriqueta Barranco Castillo, recuerdan que obtuvo notas brillantes, sobre todo en obstetricia y ginecología, especialidades a las que se dedicó. Pero también relatan que en 1916 le suspendieron todo el curso por el conflicto que mantuvo con un catedrático y que para las autoras del estudio demuestra que "sufrió discriminación por razón de sexo".
María Luz Morales: Primera directora de diario
En Barcelona ya tiene su placa, pero Alicia Rodríguez la reclama para Madrid. María Luz Morales (1898-1980) fue la primera directora de diarios de España, concretamente de La Vanguardia, al ser nombrada por un comité obrero que se incautó del rotativo durante la Guerra Civil. Fue represaliada por el franquismo y volvió muy poco a poco a la profesión periodística y a su actividad literaria hasta ser reconocida su trayectoria poco antes de fallecer.
Mafalda: La sabiduría es femenina
La propone Josep Galbany para Valencia, "porque tras tantos años de corrupción del PP, necesitamos su oxígeno y libertad". En realidad, se podría reclamar para cualquier calle, porque aunque es un personaje argentino de ficción, creado por Quino entre 1964 y 1973, su mensaje es universal y devuelve una mirada dulce, atrevida, cáustica a veces, de la realidad. Además de que hace reflexionar e incluso sonrojar por vivir en un planeta inhóspito e injusto, donde campan a sus anchas las desigualdades y las guerras. Aire fresco para la inteligencia y el sentimiento.
Aynd Rand: Defensora del individualismo
Àlex Viladot pide una calle para esta escritora y filósofa que nació en la Rusia zarista (1905), que falleció en Nueva York (1982) y que defendió el individualismo con un radicalismo que, en algún momento, provoca cierta confusión errónea con ideas anarquistas. Partidaria del Estado en su mínima expresión y defensora del individuo, con todos sus derechos, y sin que otro individuo se los pueda conculcar por ningún motivo, plasmó esta forma de ver el mundo, sobre todo, en dos de sus obras: El manantial y La rebelión de Atlas. De la fuerza de su prosa y de la contundencia de su pensamiento, dan fe las páginas web con sus frases y aforismos. En teatro sorprendió porque hizo participar al público en la obra La noche del 16 de enero: debía votar si la protagonista era culpable o inocente de un delito.
Samia Yusuf Omar: Atleta y víctima de la pobreza
Ina Macina defiende una placa que la recuerde, "por su valor", y pide que sea en una plaza cerca de un complejo deportivo. Nacida en Somalia en 1991, saltó en la fama tras correr en Pequín 2008 los 200 metros. Quedó la última, pero su carrera fue una gesta para una mujer que con 17 años había hecho un gran esfuerzo para estar en el tartán y representar a un país roto por las guerras, pobre, sin instalaciones deportivas ni entrenamientos planificados y cuyas tradiciones cercenan los derechos de las mujeres. Su sueño de escapar de todo esto fue a parar al fondo de las aguas del Mediterráneo; pereció ahogada al intentar llegar a Lampedusa viajando en una patera en 2012.
Montserrat Busqué: Maestra y pedagoga musical
Cesc Prat defiende para la sabadellense Montserrat Busqué i Barceló (1943-2008) un espacio en la ciudad por ser autora del Virolet de Sant Pere (1977), considerado el primer compendio de canciones populares catalanas publicado después del franquismo y dirigido a los profesores de música. Pianista, música y, sobre todo, pedagoga, publicó una extensa obra para introducir la enseñanza de la música en las escuelas.
Emilia Llorca, 'Emiliona': Activista vecinal
Xavi vota por Emilia Llorca i Martín, Emiliona (1948-2009), que fue presidenta de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta "y luchadora por el barrio y sus gentes". Sin espacio en Wikipedia (tampoco en Viquipèdia), sigue, sin embargo, viva la memoria de la Barceloneta.
Más candidatas
Las propuestas de los lectores no se acabaron aquí. Alicia Torra, por ejemplo, pedía una calle para la gran pianista Alicia de Larrocha; Zade, para la filósofa y matemática griega Hipatia; Valeria se acordó de Dolores Ibárruri, Pasionaria, para una calle en Madrid; Anna González Batlle defendía a Josefina Piquet, la Nena de les Dones del 36, que junto a otras compañeras transmitió los valores de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil; Amalia Navarrete, reclama la placa para Ana María Matute, y Cesc Prat para la sabadellense Mercè Sorribas, la locutora de radio más joven de España durante la República. En el callejero, no está todas las que son.
PUBLICADO POR: ESTELA MENDOZA - TÉCNICA EN IGUALDAD Y RECURSOS SOCIALES
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