El próximo Mundial de fútbol
es femenino
Apagados los focos de Rusia, Francia acogerá el campeonato de fútbol de mujeres en 2019. Este es el camino recorrido por tres de sus estrellas: Marta Vieira rompió con las reglas de su pueblo, Nadia Nadim escapó de la guerra y Fatim Jawara no llegará a la cita deportiva porque se ahogó en el Mediterráneo.
Apagados los focos de Rusia 2018, los hinchas esperan con ansiedad el próximo Mundial de fútbol masculino, Qatar 2022. Pero antes habrá otra Copa del Mundo: la femenina, que se disputará en Francia en junio de 2019. Pese a que hay 30 millones de mujeres futbolistas en el mundo, solo el 23% de los países miembros de la FIFA desarrollan el deporte más popular del planeta en su versión femenina.
En países como Argentina y Colombia, Adidas llegó a elegir modelos
en lugar de futbolistas para publicitar las camisetas de la selección
femenina. En la misma sintonía, la brecha salarial entre mujeres y
hombres en el fútbol es enorme: el contrato firmado por Neymar
en 2017 con el Paris Saint-Germain por 36,8 millones de euros equivale
al sueldo de las 1.693 futbolistas de las siete principales ligas de
mujeres del mundo, detalla la última encuesta anual de Sporting Intelligence.
La disparidad económica no solo se produce en los clubes, donde el
argumento principal suele ser que es el resultado directo de los mayores
ingresos que genera el fútbol masculino. Las mujeres ganan menos o nada
en absoluto, incluso en los equipos nacionales, donde es el Estado el
que decide. Países como Noruega, Dinamarca y Nueva Zelanda han dado
pasos hacia una paridad salarial.
Pero la lucha tiene orígenes más profundos, advierte Marta Vieira, una
de las mejores jugadoras de la historia. “La falta de apoyo y de
opciones de trabajo son el resultado del prejuicio. Aparece el machismo,
la idea de que no tenemos esa capacidad. Si la gente no acepta que
podemos jugar, no va a haber público. El prejuicio sigue obstaculizando
el desarrollo”, apunta la estrella de la selección brasileña.
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