Sandra Sánchez, la campeona del mundo que cambio el baile por el kárate
Así es Sandra Sánchez, la talaverana que acaba de convertirse en campeona del mundo de katas
Sucedía este fin de semana. Sandra Sánchez, tras cuatro campeonatos de Europa seguidos de kata,
y a los 37 años, lograba ese título que le faltaba en su palmarés y con
el que, seguro, fantaseó en multitud de ocasiones siendo tan solo una
niña: el de campeona del mundo.
Hablamos
de edad porque no es un detalle baladí. Hace tres años, estuvieron a
punto de dejarla fuera de la selección nacional de kárate precisamente por ser demasiado mayor... -¿les suena la historia? Seguramente, a la exatleta Ruth Beitia, sí-. Así que, Sandra, que dijo nada más terminar la competición que estaba para "reventar un pulsómetro", daba una lección a quienes no habían confiado en sus capacidades.
Lo de Sandra con el kárate y las katas viene de pequeñita. De muy pequeñita. Esta talaverana, con solo cuatro años les dijo a sus padres, en una muestra de carácter, que lo suyo no era el baile.
Y comenzó a acompañar a su hermano Pakito al gimnasio a sus
entrenamientos. Todos pensaron que se aburriría de verle ejercitarse,
pero lejos de ello, convirtió a esta disciplina deportiva en su gran
pasión, en el amor de su vida.
No paro de hablar y de reír todo el rato, incluso de mí misma"
Es
ella misma quien lo revela en su página web, en la que advierte de lo
costoso que ha sido el camino y de las dificultades que se encuentra en
el día a día al estar en un nivel en el que se le exige el máximo para
poder alcanzar esos objetivos y sueños que, ella, logró el sábado. "A
alto nivel no hay mucho tiempo para el descanso, de forma continua se
presentan nuevos hitos y objetivos que cumplir, más altos, son como inalcanzables retos en los que trabajo cuerpo y mente para poder superarlos", abre su corazón la toledana.
Amor en el gimansio
A
pesar de que no hay mucho tiempo para el ocio, para llenar la mente y
el cuerpo de algo distinto a esos golpes y movimientos sutiles que
deslizó sobre el tatami del Wizink Center, Sandra se
descrubre como una gran amante de los viajes. Claro, que el ajetreo de
las competiciones le facilitan el poder descubrir esos rincones que le
apasionan -Asia en general y Japón en particular, una de sus
debilidades-.
Jesús y yo hacemos un gran tándem, incluso como pareja"
En esa misma página, Sánchez advierte de que las apariencias engañan
y que, fruto de la concentración que exige el deporte al que se ha
entregado, puede parecer una mujer seria y distante. Nada más lejos de
la realidad. "Los que me conocen de cerca comprueban que no paro de
hablar y de reír todo el rato, incluso de mí misma", sentencia.
Amante de Son Goku, asegura que lleva como amuleto
allá donde viaja las bolas de dragón. No es lo único indispensable para
ella en todas y cada una de sus salidas. Desde hace muchos años, a su
lado permanece Jesús del Moral. Aunque comenzó siendo tan solo su
entrenador, hoy no es solo eso. La relación laboral trascendió a lo
personal y son pareja. "Gracias a que hacemos un gran tándem, incluso
como pareja, podemos complementarnos a la perfección", asegura ella.
"No te canses de intentarlo y convertirás lo imposible en una realidad". Ese es su lema. El sábado demostró que no podía tener mejor 'leit motiv' para su carrera.
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