La maternidad dispara la brecha salarial entre mujeres y hombres en España
El número clave son los 30 años: mientras que antes de esa edad los
 sueldos de mujeres y hombres son más parecidos, a partir de la 
treintena la brecha crece al 10%. A los 40, las mujeres ya cobran un 15%
 menos que los hombres
En el caso de los padres, apunta la OIT, en
 lugar de sufrir una penalización salarial, tienden a recibir un "plus" 
salarial, también respecto a los hombres que no tienen hijos
En 
empresas de características similares, las que tienen más presencia de 
hombres cuentan con salarios más altos que las que tienen plantillas más
 feminizadas.
 La maternidad dispara la brecha 
salarial en España. Los datos muestran como, a medida que las mujeres 
entran en las edades más frecuentes para tener hijos, sus salarios 
disminuyen respecto a los hombres de sus mismas características. El 
número clave son los 30 años: mientras que antes de esa edad, los 
sueldos de mujeres y hombres son más parecidos (un 4% más bajos los de 
ellas), a partir de la treintena la brecha crece al 10%. A los 40, las 
mujeres ya cobran, de media, un 15% menos que los hombres, una cifra que
 crece hasta el 20% cuando hablamos de personas de más de 50 años. Son 
los cálculos que ha hecho la Organización Internacional del Trabajo para
 su último estudio sobre salarios en el mundo.
 "Las mujeres disminuyen su participación en el mercado de trabajo 
cuando entran en el ciclo reproductivo. En España, hay una tendencia 
incluso a abandonarlo en cierta medida desde esa edad, posiblemente 
porque el mercado laboral no les da una posibilidad real de volver", 
dice la investigadora de la OIT Rosalía Vázquez Álvarez. Esa disminución
 de la participación y de los salarios de las mujeres a partir de los 30
 años puede observarse en todas las categorías profesionales.
 ¿Por qué no volver al mercado laboral o por qué no 
hacerlo con la misma intensidad que antes de ser madres? La 
investigadora de la OIT desgrana algunas causas, como la imposibilidad 
de encontrar empleos con remuneraciones suficientes que compensen el 
pago de externalizar los cuidados que conllevaría que los dos miembros 
de una pareja trabajen fuera de casa a jornada completa. O la falta de 
políticas efectivas que permitan la conciliación y la carencia de 
servicios públicos de cuidados, desde escuelas infantiles hasta 
servicios de dependencia.
 Este "gap de maternidad" es
 lo opuesto al "gap de paternidad" que detecta el estudio. Y es que, en 
el caso de los padres, apunta la OIT, en lugar de sufrir una 
penalización salarial, tienden a recibir un "plus" salarial, también 
respecto a los hombres que no son padres. El organismo selecciona los 
datos disponibles de varios países (entre los que no está España) para 
ilustrar esta diferencia. En Suiza, por ejemplo, las mujeres que son 
madres ganan un 7,3% menos que las que no lo son; mientras que los 
hombres que son padres ganan un 17,2% más que los que no lo son. En 
Estados Unidos, las madres ganan un 4,3% menos que las que mujeres sin 
hijos, por contra, los padres perciben salarios un 18,8% más abultados 
que los hombres sin descendencia.
 Los factores por 
los que las madres cobran menos son variados. Tienen que ver con las 
interrupciones de las carreras para cuidar y las reducciones de jornada,
 con la búsqueda de empleos donde la conciliación sea más sencilla aun a
 costa del sueldo, y con las políticas de contratación y promoción, que 
suelen penalizar a las mujeres que tienen hijos. En el fondo del asunto,
 los estereotipos de género, que siguen asociando a los hombres como los
 sustentadores económicos principales, más disponibles para el empleo, 
frente a las mujeres cuidadoras. 
 Por eso, entre las 
recomendaciones para reducir esa brecha por maternidad, la OIT habla de 
atacar los estereotipos de género, que están en la base de las 
decisiones que hombres y mujeres toman respecto a sus vidas personales y
 sus empleos. Pero también políticas para apoyar los cuidados, permisos 
de paternidad amplios y servicios públicos.
Brecha en todos los niveles salariales
 El informe analiza la brecha salarial de género mundial, pero explica 
las particularidades de España. Si se toma como referencia el salario 
hora, en España las mujeres cobran un 14% menos que los hombres. Es una 
marca algo mejor (un punto y medio más bajo) que la que registra el 
grupo de países de altos ingresos (15,5%). Sin embargo, la OIT avisa: la
 forma habitual con la que se mide la brecha salarial hace un promedio 
que puede esconder otros factores igualmente importantes. 
 En el caso de España, el organismo advierte de una característica 
preocupante: la brecha salarial existe en todos los niveles salariales, 
desde los deciles más bajos, hasta lo más elevados. Es algo que no 
sucede en otros países, en los que en los niveles bajos y medios de 
sueldos no existe apenas brecha salarial, sino que esta se da por las 
diferencias de sueldos en los puestos más elevados. En nuestro país, sin
 embargo, la brecha perjudica a las mujeres en todos los estratos, a 
pesar de que ellas están, de media, igual o mejor formadas que los 
hombres.
 Además, los factores objetivos, como la 
educación, la experiencia o la antigüedad, no explican apenas la brecha 
salarial que existe en España, explica la OIT. Por contra, es la 
maternidad, la infravaloración del trabajo femenino o los estereotipos 
los factores que sostienen esa diferencia.
 Otra de 
las particularidades del informe es la medición que hace de la 
infravaloración del trabajo femenino. Para medir hasta qué punto el mero
 hecho de que una trabajadora sea mujer hace que una empresa la remunere
 menos, comparan datos ingentes de empresas de similares 
características, sector, tamaño y productividad de toda Europa. La 
conclusión es clara: en empresas absolutamente comparables, las que 
tienen más presencia de hombres cuentan con salarios más altos que las 
que tienen plantillas más feminizadas. Los sueldos pueden variar hasta 
un 15% entre empresas por el mero hecho de que en sus plantillas haya 
más mujeres u hombres.
 El director de la oficina de 
la OIT para España, Joaquín Nieto, señala la importancia de las 
políticas de transparencia salarial, como las que ya han adoptado países
 como Alemania. Son medidas que obligan a las empresas a informar de 
salarios y complementos por sexo, de manera que las trabajadoras puedan 
conocer si existen indicios de discriminación con los que acudir a un 
juzgado. Para la investigadora Rosalía Vázquez, la incidencia en los 
estereotipos y en el tipo de carreras que hombres y mujeres eligen 
también es clave. No se trata solo, defiende, de aumentar la presencia 
de mujeres en las carreras científicas y técnicas, sino también de que 
haya más hombres presentes en áreas como la enfermería o la enseñanza. 

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